Jueves, 7 de agosto de 2014.
Según el programa, teníamos el día 7 u 8 de agosto para intentar el Breithorn en función de la meteorología. Lo hemos conseguido en el primer intento y ahora debemos decidir qué hacer, permanecer un día más en Suiza o adelantar nuestra marcha a Chamonix.
Decidimos viajar esa misma tarde a Chamonix. Encontrar camping se convierte en una tarea harto difícil, todos están completos. Finalmente encontramos uno, ubicado bajo los glaciares de Bossons y de Taconnaz, de ahí su nombre: Les 2 Glaciers.
Viernes, 8 de agosto de 2014.
Damos un paseo por Chamonix, nos acercamos a la casa de la montaña para ver la meteo. No nos gusta lo que vemos, dan mal tiempo para el día 11. Todos observamos a Isidoro, es su tercer intento y todo parece indicar que no se cumplirá el dicho “a la tercera va la vencida”.
Isidoro, Jordi y yo pasamos la tarde escalando en Les Gaillands, a 2 kms del centro de Chamonix, en una escuela de escalada para todos los niveles con un entorno de lujo, con el Mont Blanc y el glaciar de Les Bossons al fondo.
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Por la noche, preparando la cena, Gerard propone intentar a la mañana siguiente el Mont Blanc de Tacul, para aprovechar el día ganado en Suiza, pero llueve durante toda la noche. Una vez más la madre naturaleza protege celosamente sus montañas.
Sábado, 9 de agosto de 2014.
Amanece un día soleado, increíble que horas antes hubiera una tormenta con aparato eléctrico incluido.
Ya es inviable hacer el Mont Blanc de Tacul, por lo que decidimos acercarnos a Le Fayet para preguntar los horarios del TMB (Tren du Mont-Blanc) y comprar los billetes si es posible.
Existen dos posibilidades para llegar al Nido de Águila (2.372 m), punto de partida para el ascenso al Mont-Blanc. La primera, en TMB desde Le Fayet, el tren cremallera más alto de Francia y cuyas máquinas llevan el nombre de las hijas de quien fuera propietario de su explotación hasta 1956: Anne, Marie y Jeanne.
La segunda, desde Les Houches, estación del teleférico de Bellevue (Bellavista). Permite salir desde el valle de Chamonix y alcanzar el TMB en la pequeña estación de la parte alta del collado de Bellevue. El principal inconveniente es que hay que planificar muy bien los horarios para hacer coincidir la subida del teleférico con los pasos del TMB.
Desafortunadamente no podemos comprar los billetes, por lo que tras ver los horarios y pasear un rato por el pueblo regresamos a Chamonix para seguir haciendo turismo y ver la previsión meteorológica en la casa de la montaña.
Nuestros peores temores se están cumpliendo, la meteo sigue empeorando.
Domingo, 10 de agosto de 2014.
Madrugar, recoger las tiendas, desayunar y para Le Fayet, debemos coger el primer TMB, a las 7:20 h.
El tren cremallera sube en una hora hasta el Nido de Águila (2.372 m) en un magnífico trayecto que atraviesa los diferentes pisos alpinos y ofrece vistas espléndidas de la cadena del Mont Blanc.
Del final del TMB, tomamos el camino ancho hacia el sur. Al cabo de cincuenta metros, dejamos a la derecha los senderos que llevan hacia el glaciar de Bionnassay y seguimos el camino de la izquierda, con marcas rojas.
Subimos zigzagueando por el tramo escarpado que domina el final de la vía férrea, luego atravesamos el desierto de Pierre Ronde.
Bien marcado, el sendero sube por el flanco sudeste de “des Rognes” donde sigue la arista de arriba a abajo hasta la antigua Baraque Forestal de Rognes (00:57 h - 2.768 m).
Nos dirigimos hacia el sudeste (neveros) para alcanzar la arista de la Aiguille du Goûter que separa los glaciares de la Griaz y de Tête Rousse. La remontamos por unos zigzags bien marcados.
En la cumbre de esta arista (01:50 h - 3.134 m), nos colocamos los crampones y atravesamos el glaciar de Tête Rousse unos 200 m en dirección Sur, ligeramente ascendente, hacia la zona de acampada del refugio de Tête Rousse. Observamos como el viento ha desmoronado las tiendas de varios alpinistas.
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Continuamos dirección Este para remontar el flanco izquierdo del glaciar de Tête Rousse. La pendiente se endereza para alcanzar un sistema de viras. El camino remonta la pequeña depresión bajo la larga arista que desciende de la Aiguille du Goûter separando los glaciares de Tête Rousse y de Bionnassay (cables)
Protegidos antes de la última plataforma, observamos la caída de piedras que se desprenden del Gran Corredor (03:02 h - 3.324 m) popularmente conocido como “la Bolera” ya que las personas que lo cruzan son los bolos que deben esquivar la piedras que caen.
El Gran Corredor debe ser atravesado con precaución y en el menor tiempo posible. Entre los dos extremos existe un cable metálico a modo de pasamanos, que podremos usar, únicamente, cuando el nivel de la nieve alcance la altura del cable.
Superado, seguimos el sendero que sube en dirección al lado rocoso que bordea su flanco izquierdo. Luego el itinerario avanza aproximadamente a lo largo de este espinazo: hay marcas rojas, rocas inestables escombradas y huellas de desgaste producidas por crampones.
Dos series de cables ayudan a la progresión y al aseguramiento: una primera hacia los 3.570 metros, y luego una segunda hacia 3.670 metros, que lleva hasta el antiguo refugio de Goûter (05:17 m - 3.817m).
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Continuamos el ascenso por una empinada pala, asegurada con estacas y cuerda, hasta el glaciar Des Bossons. Continuamos dirección Sur unos 250 metros hasta el nuevo refugio de Goûter (05:36 h - 3.835 m).
El refugio es impresionante, parece un megahotel más que un refugio de montaña, pero el negocio es el negocio y no hay agua corriente en todo el refugio, ni siquiera en los aseos. Hay que pagar 5 euros por una botella de 1.5 litros de agua.
Las vistas son impresionantes, el día está despejado. Preguntamos la previsión meteorológica del día siguiente. Después de la cena emiten el parte.
Pasamos la tarde jugando a las damas, leyendo o durmiendo, cada uno lo que su cuerpo le pide.
Tras la cena, escuchamos el prometido parte meteorológico. Las cosas se han puesto muy feas, escasa visibilidad y vientos de 100 km/h en cumbre. El desayuno se servirá a las 07:00 horas, nadie saldrá mañana a la cima.
Lunes, 11 de agosto de 2014.
Nos levantamos a las 7:00 horas, bajamos al comedor y desayunamos. Observo al resto de “huespedes”. Hay quienes permanecerán más días en el refugio, tal vez tengan oportunidad de ascender, pero la mayoría están cabizbajos, han subido con la esperanza de hacer cumbre a sabiendas que las condiciones no eran favorables y deben emprender el regreso.
A las 8:30 iniciamos el regreso. La visibilidad es escasa, por no decir nula, sopla el viento y está nevando. El descenso por los cables se hace lenta y peligrosa.
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A medida que perdemos altura la nieve deja paso a la lluvia. Nos cruzamos con varios grupos que suben al refugio, cubiertos con ponchos, pero calados hasta los huesos. No puedo evitar pensar en qué los motiva para continuar.
En el paso de la bolera hay aglomeraciones en ambos lados. Hay que esperar turno. Observo a dos alpinistas que cruzan unos metros más arriba.
En una ocasión leí en un artículo que los accidente en montaña suceden por un exceso de confianza, adquirida por muchas salidas a la montaña sin incidente alguno. 2014 fue un año de muchas salidas, todas sin incidentes. Tal vez fue el exceso de confianza el que me empujó a cruzar la bolera tal y como había visto hacer unos segundos antes.
Doy dos pasos y la nieve se desmorona bajo mis pies. Pongo en práctica las técnicas de autodetención, pero la nieve está tan blanda que los bastones la cortan como si fuese un merengue, haciendo inútil la maniobra.
Observo al fondo las rocas que detendrán mi caída. Un fuerte golpe y me detengo. Estoy en el paso de la bolera, me ha detenido la huella. Observo al resto de alpinistas atónitos, asustados. Me ofrecen su ayuda.
Me incorporo, me duele el tobillo derecho. Antes de que se enfríe el pie cruzo la bolera. Llamo a Jordi para que que no se aleje, le explico lo sucedido y le pido unos antiinflamatorios. Me aprieto la bota y continuo andando.
Mis compañeros se ofrecen a llevar mi mochila, me niego. Se ofrecen a llevar la cuerda de 60 metros, también me niego. Poco a poco, con ayuda de los bastones, llego a la Baraque Forestal de Rognes (2.768 m), donde hacemos una parada para comer algo. Mis compañeros vuelven a insistir en llevarme la mochila. Sigo negándome.
Llegamos a la estación de Nido de Águila (2.372 m), han sido unos 1.000 m de desnivel con un esguince de tobillo bajo la lluvia. Me tomo un par de antiinflamatorios más mientras esperamos el siguiente tren que nos lleve a la estación de Le Fayet.
Serán los antiinflamatorios, porque cuando me quito la bota el pie no está hinchado, duele, pero no está hinchado. Nos vamos a Vielha, nuestro próximo destino, al que llegamos a las 03:00 horas.
Martes, 12 de agosto de 2014.
A la mañana siguiente me acerco al Hospital de Vielha. Tengo el pie hinchado y me duele. En poco más de una hora tengo el diagnóstico, las radiografías y las primeras curas. Tengo un esguince de 2º grado, mi viaje a terminado!!!.
Jordi, Isidoro y yo iniciamos el regreso a casa, Gerard y Natalia se quedan unos días en Vielha, haciendo la ferrata de Poi D’Unha en representación de “Desafío Alpes 2014”
Desafío Alpes 2014:
Chaves Mayoralas, Natalia.
Fernández Martí, Gerard.
Fernández Martí, Jordi.
Lidón Ramón, Jesús.
Muñoz Sánchez, Isidoro.
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Última hora:
Miércoles, 26 de agosto de 2015, Isidoro y Romero han coronado el Mont Blanc. Felicidades, el que la persigue la consigue.
Mapa/track de la ruta
Galería fotografica
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Muy buen relato, CABEZOTA.
ResponderEliminarJajaja!! Un poco sí. Un abrazo Gorka.
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