Cuando Pels escribió en el grupo de Whatsapp que quería hacer la Gran Diagonal de Peña Telera me hizo mucha ilusión, hacía tiempo que no coincidíamos en una salida a la montaña. No lo dudé un segundo y me apunté.
Finalmente, seríamos Pels, José Joaquín y yo los protagonistas de ésta AVENTURA con mayúsculas.
Viernes, 13 de marzo de 2015.
Después del trabajo salimos dirección Piedrafita de Jaca. Durante el viaje, Jose Joaquín nos cuenta, cual presagio, cómo en las anteriores ocasiones que había hecho la Gran Diagonal tuvo que vivaquear y descender por la vertiente sur de la sierra.
También hablamos del material que solemos llevar en la mochila para los porsiacaso, como botiquín, mantas térmicas, pastillas potabilizadoras, ropa extra, etc. y la dificultad de encontrar un punto de equilibrio entre ligereza y seguridad. Otra premonición??
Sobre las 22:30 llegamos al aparcamiento situado a pocos metros del Refugio guardado de Telera ubicado en el centro del bello conjunto arquitectónico de Piedrafita de Jaca, posiblemente el que mejor ha conservado la arquitectura tradicional del valle de Tena.
Nos instalamos, tomamos una cerveza y nos vamos a dormir ya que debemos madrugar.
Sábado, 14 de marzo de 2015.
A la mañana siguiente tomamos la pista que sube al Parque Faunístico de Lacuniacha donde aparcamos. Una barrera regula el tráfico motorizado, así que es el punto de partida (1.360 m). Comenzamos a andar aprovechando los atajos que evitan las revueltas de la pista. Cuando divisamos a la derecha el refugio libre de Telera (1.550 m, 10 plazas, sin comodidades) giramos a la izquierda hacia el Ibón de Piedrafita. Antes de llegar al ibón giramos hacia la derecha. El terreno se empina cada vez más según nos vamos acercando al cono de deyección del corredor de la Gran Diagonal (1.900 m). Aquí nos ponemos todo el material.
Una vez equipados iniciamos la ascensión del corredor, palas de nieve inclinadas a 40º dominan esta zona inicial. Aquí José Joaquín decide retirarse, tiene molestias en el gemelo y prefiere no arriesgar.
Pels y yo nos metemos de lleno en el corredor, la pendiente se empina más seriamente y debemos superar un pequeño y estrecho resalte de mixto de unos 65/70º que nos obliga a sacar las cuerdas y a asegurarnos. A partir de aquí vamos asegurando los largos lo que nos hace progresar muy lentos.
Poco después el terreno se abre y muestra dos opciones: el ramal Izquierdo, con un corto resalte de mixto (70º/IV) que puede ser delicado, y el ramal derecho, algo más sencillo, pero bastante inclinado durante dos largos (65º)
A priori no tenemos claro que ramal vamos a tomar, pero al ver a la cordada precedente volver del izquierdo lo tenemos claro, por la derecha. Las tres cordadas progresamos por el mismo ramal, lo que también nos hace perder unos valiosos minutos.
Superado el ramal derecho continuamos en oblicuo hacia la izquierda para volver a tomar el eje del corredor. Pels me dice que vamos lentos, es tarde y debemos continuar en ensamble para acelerar el paso.
Continuamos hasta alcanzar una arista de nieve que da paso a la zona conocida como "el mirador". El valle de Tena y el Ibón de Piedrafita aparecen a nuestra izquierda. En este punto la protección psicológica del corredor encajado desaparece, máxime ahora que progresamos en ensamble.
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Cuando terminamos, es tarde y sopla un fuerte viento, decidimos prescindir de la cumbre. Nos dirigimos al collado de Telera (2.583 m). Queremos rodear el Pico Telera por detrás, sin perder mucha altura, hasta el corredor de la Y, por donde queremos bajar.
En el collado, Pels me comenta la posibilidad de descender por la vertiente sur. Nos quedan pocas horas de luz, sopla mucho viento y seguramente tendremos problemas con los rápeles en el corredor de la Y, tal y como hemos leído en varias reseñas.
Es la única opción de descenso que no tengo grabada en el GPS, pero he leído en alguna reseña que es una opción a tener en cuenta “en caso de apuros por mal tiempo u otras circunstancias”. Además José Joaquín nos contó durante el viaje que él había descendido en una ocasión por ésta vertiente.
Pels saca un viejo mapa y me comenta el plan. Será un descenso muy largo, pero andar por la noche no nos preocupa. Comenzamos a descender por una cómoda pendiente, pero después de unos 450 metros nos encontramos un cortado. La niebla nos impide ver por dónde continúa el camino (posteriormente hemos sabido que el descenso por la vertiente sur es complicada y peligrosa si no la conoces, por eso no suele considerarse como vía de descenso). Debemos regresar sobre nuestros pasos e intentar llegar al corredor de la Y.
Cuando regresamos al collado de Telera son las 19 horas, nos queda escasamente una hora de luz y para colmo empiezo a tener visión borrosa en el ojo izquierdo. Apenas nos hemos alejado 200 metros del collado, Pels observa una zona techada. Me comenta la posibilidad de pasar la noche allí. Rápidamente evaluo los pros y los contras. Está anocheciendo, nieva, rachas fuertes de viento, niebla y visión borrosa… creo que continuar es una temeridad. Será duro, pero si he de pasar por esa experiencia me alegro que sea con Pels.
Llamamos al 112 para que nos pongan en contacto con la Guardia Civil de montaña y comunicar nuestro estado. Les explicamos lo sucedido y cuáles son nuestros planes. Pedimos que llamen al refugio de Telera ya que José Joaquín y los guardas esperan nuestro regreso.
Cuando Pels cuelga pasan unos minutos de las 19:30 horas y el termómetro marca -10ºC. La noche será muy larga, ya que por motivos de seguridad (riesgo de hipotermia) no debemos dormir.
Hacemos inventario de la ropa, material y alimentos que tenemos. Afortunadamente llevamos las mantas de emergencia, pero la pala la he dejado en el maletero de la furgoneta :(
Pels propone hacer un muro con bloques de nieve, para protegernos del viento, para mantenernos activos y por ende calientes, y para distraer la mente.
Nunca antes había hecho bloques con nieve, pero rápidamente le pillo el truco y parezco un maestro cantero. Pronto el muro gana altura y nuestro estado de ánimo también.
Sobre la una de la madrugada damos por finalizada la construcción y nos instalamos en nuestro refugio. No tiene las comodidades del Hotel de Hielo de Jukkasjärvi en la Laponia sueca, pero para pasar la noche resguardados del viento nos sobra.
Conversamos durante la noche, vigilando al compañero para que no se duerma. Cada hora salimos para mover las articulaciones, entrar en calor y vencer al sueño. Ya no nieva, el viento ha dejado de soplar y el termómetro se ha desplomado hasta los -14ºC.
Domingo, 15 de marzo de 2015.
A las 7:00 hablamos con el Equipo de Rescate e Intervención en Montaña (EREIM) de Panticosa, nos confirman que envíarán el helicóptero. El punto de extracción será el collado de Telera, a las 8:30h.
Recogemos todo el material y nos dirigimos al collado de Telera. La travesía es dura, las pendientes están cargadas de nieve y nuestras fuerzas al límite.
Finalmente el helicóptero llega a las 10:30 horas. Se ha retrasado por el rescate de unos barranquistas que se han quedado bloqueados cuando descendían el barranco Palomeras.
Poco después aterrizamos en Panticosa. Después de relatar los sucedido y ver al médico nos acercan al Parque Faunístico de Lacuniacha donde tenemos aparcada la furgoneta.
Después de comer y contar nuestra experiencia a José Joaquín y a Daniel (guarda del refugio) emprendemos el viaje de regreso a casa. José Joaquín hace de chofer, no le queda otra alternativa, ya que Pels y yo cerramos los ojos tan pronto arranca el motor.
A mitad de viaje noto los dedos de los pies hinchados y me molestan las zapatillas. Decido que me pasaré por el Hospital de San Juan de Alicante cuando llegue.
Los pacientes que esperan en urgencias deben pensar que tengo enchufe, porque no tardo ni 5 minutos desde que cruzo la puerta hasta que paso al box de traumatología.
Soy la sensación del domingo noche. Principio de congelación en Alicante, no dan crédito. Creo que no han visto algo así en toda su carrera profesional. Pronto se forma un corrillo en torno a la camilla.
Después de un par de pruebas y tener los pies en agua tibia durante una hora me dicen que me marche a casa, que en unos días mejorará. Si no mejorase debería acudir a la unidad de vascular.
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Lunes, 16 de marzo de 2015.
Me levanto con los pies igual, tienen forma humana y tienen un ligero hematoma en la yema. No le doy importancia, no duelen y puedo moverlos. Me voy a trabajar.
Al medio día, cuando me quito los zapatos, veo que han salido ampollas. Si no mejora, cuando salga del trabajo volveré a urgencias para que los miren otra vez.
Por la tarde vuelvo a urgencias, explico todo lo que me ha pasado y les enseño el informe de la noche anterior. Ahora tengo que esperar un rato, supongo que ya no lo consideran una “urgencia”.
Explico al médico lo que me ha sucedido, lo que me dijo su colega la noche anterior y que me aclaren si es normal que tenga dedos como un troll.
El médico diagnostica quemaduras de 2º grado por frío. Me aplican un tratamiento para quemaduras, me vendan los pies y me indican que al día siguiente me presente en Urgencias del Hospital General de Alicante para que me deriven a la unidad de quemados.
Martes, 17 de marzo de 2015.
A primera hora me presento en el Hospital General de Alicante, a pesar de tener un informe del Hospital de San Juan tengo que volver a explicar todo. Es la primera vez que me preguntan si ha sido un accidente deportivo y como tal lo anotan en el expediente.
Ya en la unidad de quemados me desbridan el pulgar izquierdo (pierdo la uña) y vacían las ampollas. Aplican un ungüento y vendan. Me citan al día siguiente para una nueva cura.
Miércoles, 18 de marzo de 2015.
Ya tengo cita en la unidad de quemados, así que voy directo, sin pasar por urgencias. Una estudiante de enfermería se siente indispuesta cuando ve los dedos. Están feos, pero no es para tanto.
El cirujano desbrida el pulgar y el índice derechos, saca el móvil y se pone a hacer fotos. Manda “güevos”, yo con el móvil en modo avión para no interferir en los “trastos electrónicos” del hospital y ellos haciendo fotos de mis dedos. Ni corto ni perezoso les digo que quiero fotos. La enfermera que antes se había sentido indispuesta las hace.
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Me curan con Aquacel Ag, me vendan los pies y me citan para una nueva cura en 10 días.
Lunes, 23 de marzo de 2015.
Recibo una carta del Servicio de Cargos a Terceros del Hospital General de Alicante. En relación la asistencia sanitaria recibida el 17 de marzo de 2015, a consecuencia según consta en sus registros administrativos, de un ACCIDENTE DEPORTIVO, me comunican:
El coste de la asistencia sanitaria derivada de un accidente durante la práctica de un deporte estando federado, no está cubierto por la Sanidad Pública, siendo obligatorio la existencia de un seguro que cubra tales riesgos [...]
La propia persona asistida es el obligado al pago [...] no obstante, en los supuestos de accidentes de deportistas federados serán las personas o entidades aseguradoras de los riesgos que motiven la prestación de los servicios sanitarios quienes asuman el pago del importe de su asistencia sanitaria.
Con el fin de poder exigir el importe de sus asistencia sanitaria, se le requiere para que remita la documentación solicitada [...]
En el caso de no aportar los datos y documentación solicitada, [...] conforme a la legislación citada deberemos proceder a emitir tasa con cargo a Vd. y a exigirle el pago de su importe [...]. Le informamos que la liquidación emitida tendrá carácter de Tributo.
Si por el contrario, debido a la urgencia del momento, se produjo algún tipo de error, no está federado, o la asistencia no se debió a un accidente deportivo, deberá remitir escrito [...] en el que indique lo que considere oportuno.
Esa misma noche me descargo la póliza de Seguro Deportivo de Accidentes que la FEMECV tiene contratada con Generali. El Artículo 13 (Forma de la prestación) de la Condiciones Especiales me deja sin aliento:
La asistencia prevista en la condición anterior se prestará por los Facultativos, Centros y Clínicas que la Compañía Aseguradora tenga incluidos en sus cuadros de asistencia, que deberán ser utilizados obligatoriamente por aquellos deportistas lesionados que deseen recibir estas prestaciones.
No obstante lo anterior, si el asegurado es llevado a otros servicios asistenciales, no concertados, por motivos de gravedad y urgencia, precisando hospitalización, el Asegurador se hará cargo de los gastos derivados de la misma, siempre y cuando no exista ningún Centro Concertado por el Asegurador a los que poder acudir y la prestación se realice dentro de las primeras 24 horas desde la ocurrencia del accidente. En caso de existir Centro Concertado, o no se comunique el ingreso en el centro ajeno al Asegurador, o no se cumplimente el impreso antes indicado, ésta no se hará cargo de ninguna factura del centro no concertado, incluyendo los de la Seguridad Social.
En todo caso y una vez pasada la urgencia y gravedad, y siempre que el estado del paciente lo permita, éste debe ser trasladado a los servicios concertados, previa autorización médica y con comunicación a Generali, directamente o a través del mediador.
Los gastos producidos en servicios no concertados de Generali, por lesiones leves y no urgentes o por internamientos en Centros no concertados, cuando existan centros concertados, o no se haya hecho la preceptiva comunicación a la misma, serán reclamados por Generali a los interesados, encontrándose los asegurados, obligados a abonar la totalidad de los gastos de hospitalización o cualquier otro a que hubieran podido dar lugar.
En ese momento pienso… la Seguridad Social me reclama el pago de la asistencia médica del día 17 de marzo. ¿No me reclama los días 15, 16 y 18??
Según las condiciones del seguro, toda asistencia médica recibida en centros no concertados sin haberlo comunicado en las primeras 24 horas a la compañía no serán abonadas. ¿Se habrán cargo de la asistencia médica?
Miércoles, 25 de marzo de 2015
Envío toda la documentación solicitada al Servicio de Cargos a Terceros del Hospital General de Alicante.
También he solicitado autorización a Generali para seguir con las curas en un centro concertado. No me arriesgo a que no paguen la cura que tengo programada para el día 27 de marzo en el Hospital de Alicante. En 24/48 horas tendré respuesta.
Lunes, 30 de marzo de 2015.
Llamo al mediador del seguro (Howden Iberia). Me comentan que el expediente está enviado a Generali, pero no han recibido respuesta. La operadora se extraña por la tardanza. Upsss!!!!
Martes, 31 de marzo de 2015.
Por la mañana recibo una llamada de Generali. Me comentan que han recibido toda la documentación. Me preguntan si necesito seguir con las curas. ¡¡¡Claro que necesito seguir con las curas!!!
Por la tarde me acerco al Hospital Internacional de Medimar, centro concertado por Generali, con la autorización para una cura.
Me curan con Aquacel Ag, me vendan los pies y me mandan para casa, en 5 ó 10 días estará curado. Las palabras de la enfermera me recuerdan a una madre cantándole a su vástago sana, sana, colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana.
Viernes, 10 de abril de 2013.
Un mes para meditar, aprender y continuar… regreso a Pirineos. El Maladeta y el Pico de Alba esperan.
Mapa/track de la ruta.
Galería fotográfica.
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