Estaba sorprendido, alucinado, anonadado, asombrado, atónito, estupefacto, extrañado, impresionado, maravillado, pasmado, patidifuso, ojiplático.... del 30 de diciembre al 6 de enero no tenía que trabajar. Muchos días libres que no podía desaprovechar. Estaba pensando subir a Vielha para pasar unos días con Jordi y Gerard cuando Raúl comentó por WhatsApp que del 2 al 4 no trabajaba y que le apetecía una salida invernal. Rápidamente le dije que me apuntaba. Al día siguiente me confirmaba que nos íbamos al Almanzor con Toni, Ramón (a quien conocí en el Posets) y Gonzalo.
El pico Almanzor es la cumbre más alta de la sierra de Gredos y de todo el Sistema Central, con 2.592 m y una prominencia de 1.690 m. Está considerada un “pico ultraprominente”, categoría que incluye a las montañas con una prominencia mayor de 1.500 m. El Almanzor pertenece al llamado Circo de Gredos.
Su nombre proviene de Almanzor, líder militar y religioso durante el Califato de Córdoba. La leyenda cuenta que Almanzor fue el primero en subir a este pico. Después de combatir a los cristianos en la zona de Béjar, Almanzor vendría a descansar con sus tropas a la ribera del Tormes. Tras oír hablar a los lugareños de una extraña y recóndita laguna —se sobreentiende que la Laguna Grande de Gredos— se haría guiar hasta esta y ascendería al más alto de los picos circundantes.
El Almanzor fue escalado por primera vez en septiembre de 1899 por Manuel González de Amezúa y José Ibrián Espada y la primera ascensión invernal fue realizada en 1903 de nuevo por Amezúa e Ibrián Espada, acompañados esta vez por Ontañón y Abricarro. En 1960 se colocó una cruz de hierro forjado en su cima, para sustituir a la barra que ocupaba este lugar y que había desaparecido en 1959 posiblemente al impactar sobre ella un rayo.
Aproximación al Refugio Elola.
Desde el parking de la Plataforma cogemos el camino que sale del mismo y que va ganando altura haciendo varias curvas, hasta llegar a un llano llamado Prado de las Pozas, donde está el refugio Reguero Llano. Continuamos hacia las paredes negras en busca de un puente de hormigón que cruza un río y en donde empieza el repecho más pronunciado. Esta dura subida nos llevará en unos 50 min. al collado de los Barrerones (2.170 m) desde aquí se divisa por primera vez todo el Circo hasta entonces oculto. Ahora ya solo resta bajar hasta la laguna y, si no está helada, rodearla por la izquierda hasta el refugio Elola, ubicado en la orilla de la misma.
Mientras nos quitamos los crampones y las botas en la puerta del refugio entablamos conversación con otros montañeros. Al saber que íbamos a hacer el Almanzor nos dicen que el día anterior había fallecido un montañero experimentado. Lo cierto es que no son las noticias que esperas oír al llegar a un refugio.
Sábado, 3 de enero de 2015.
Nos levantamos a las 6:30, a las 7:30 desayunamos y las 8:00, con los primeros rayos de sol, nos ponemos en marcha.
Desde el refugio avanzamos hacia el corredor que hay a la izquierda del Almanzor que da acceso a la portilla Bermeja, pero a mitad de corredor, este se divide en dos y continuamos por el de la derecha que nos lleva a la portilla del Crampón. Aquí nos desviamos a la derecha y, sin perder altura, rodeamos la base de la cara Este del almanzor hasta llegar al inicio de la vía, situado a unos metros después del inconfundible Diedro Esteras (un diedro muy característico).
A pesar de que Ramón y Gonzalo ya han escalado la Norte del Almanzor, la escasa nieve les confunde y no reconocen la entrada de la vía. Nos la pasamos y debemos retroceder unos metros.
Una vez en la vía, empezamos a escalar por una canal fácil de unos 50º de inclinación. A los pocos metros giramos a la derecha buscando una cascada de hielo de unos 10 metros de altura, pero no está formada, así que debemos tomar una decisión, hacer la Cara Norte “pura” o buscar el mejor camino hacia la cumbre. Optamos por coger la variante que nos lleva a la vía Diedro Esteras (a nuestra izquierda).
Avanzando hacia la izquierda, buscando los mejores tramos, llegamos a los bloques de granito próximos a la cima del Almanzor. Solo queda trepar unos metros (II) hasta alcanzar la cima.
El descenso lo hacemos por la vertiente contraria. Montamos un rapel en el anclaje que hay en la roca cimera, y de ahí flanqueamos por encima de las canales oscuras y descendemos por el corredor de la portilla del crampón.
De vuelta al refugio nos acercamos a las cascadas de hielo del sector Cuchillar de las Navajas. El domingo por la mañana queremos “picar” un poco de hielo antes de regresar a casa y queremos ver el estado de las cascadas.
Domingo, 4 de enero de 2015.
Como queremos “picar hielo” antes de regresar a Alicante, nos vemos obligados a madrugar. La noche anterior hablamos con los guardas del refugio para que nos dejasen preparado el desayuno, ya que no podíamos esperar a las 7:30 horas.
Nos levantamos a las 5 y a las 6 estamos saliendo del refugio.
Al llegar a la primera reunión Raúl y yo vemos que lo que tenemos por delante es poca nieve y nada de hielo, por lo que decidimos bajar y probar la vía que Ramón y Toni han abierto a nuestra derecha.
Igualmente, tras a la primera reunión, hay poca “chicha” por lo que optamos por regresar al refugio, no hay que olvidar que es una actividad complementaria, que aún nos queda un largo viaje de vuelta a casa y que Gonzalo nos espera en el coche.
Al medio día llegamos al coche, nos cambiamos, nos curamos las ampollas, comemos algo e iniciamos el regreso a Alicante. Tras despedirme de Ramón y Gonzalo en Almansa, de Toni en Villena y de Raúl en Alicante por fin llego a casa… hogar dulce hogar, jejejeje.
Galería fotográfica.
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