Cuando Raúl y Fernando me comentaron que querían hacer el Corredor Central del Buitre no me lo pensé dos veces, pero un catarro que duraba más de lo deseado me impidió apuntarme a la aventura.
Fue tal el interés despertado al ver las fotos que decidimos formar otra “expedición” dos semanas después. Toni, Héctor, Gerard, Natalia y un servidor formamos la segunda “expedición levantina”
Decidimos que sería una salida express, salir a las 3 a.m. de Alicante, hacer cumbre y regresar a casa. Así podíamos ir los cinco en un coche, al no tener que llevar tiendas, sacos, utensilios para la cena, el desayuno, etc.
Por la autovía nos dirigimos a Abrucena (Almería). Al entrar en la población vemos el cartel del área recreativa de la Roza, hacia dónde nos dirigimos. Si el terreno lo permite, continuaremos 1,7 kms. por la pista principal, hasta que encontremos (a la izquierda) el cortafuegos de la Cuerda de la Mina. Continuaremos con el coche por el cortafuegos hasta que el terreno nos lo permita.
Caminamos por el cortafuegos hasta los 1.700 metros de altitud y continuamos por el sendero que discurre por la izquierda de la linde del pinar. En breve son visibles las cumbres de los cerros del Rayo y el Buitre.
Al llegar al lomo de la Cuerda de la Mina aprovechamos para comer algo. Continuamos por la divisoria hacia la izquierda.
Al llegar a una prominencia (1.993 m) podemos continuar por la derecha, ganando altura hacia la cumbre, o bien continuar hacia la izquierda, hacia el Barranco del Diablo, para acceder a los tramos donde se forman cascadas de hielo. Nosotros optamos por las cascadas de hielo.
Las cascadas son cortas y no tienen mucha dificultad, pero no admiten errores, por lo que preferimos asegurar los resaltes.
Superadas, encontramos una que ya son palabras mayores… pero hemos ido lentos y el cielo empieza a cerrarse, por lo que decidimos evitarla por la derecha.
Empieza a nevar ligeramente, y el grupo que llevamos delante nos dice que se dan la vuelta. Unos minutos después, Gerard y Natalia siguen el mismo camino. Nos insisten que continuemos, pero tras analizar la situación (aún nos quedan 250 metros de corredor, llevamos las llaves de coche y está nevando) decidimos por unanimidad darnos la vuelta.
La decisión fue acertada, pronto comienza a nevar con fuerza y en pocos minutos el terreno está cubierto por un manto de nieve. A pesar de extremar las precauciones todos acabamos al menos una vez con las posaderas en el suelo.
Cuando llegamos al coche parezco el Yeti, tengo carámbanos de hielo en la barba!!! Nos reímos, hacemos fotos y rápidamente nos marchamos al área recreativa para cambiarnos de ropa, comer algo y regresar a casa.
No hemos hecho cumbre, pero hemos pasado un agradable día, a fin de cuentas, eso es lo que importa.
Mapa/track de la ruta
Galería fotográfica
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